Bienvenidos a la página web de la Asociación de los Amigos de André-Charles Nauleau (1908-1986). Esta página está escrita en francés, pero es de fácil consulta en cualquier lengua gracias a las numerosas ilustraciones que la componen.
André-Charles Nauleau es un célebre pintor francés. Pintó su región, la Vendée, durante más de 50 años, inventando su propio lenguaje para representar diferentes paisajes: el mar, las marismas, los boscajes…
Objetivos de la Asociación
- Inventariar sus obras
- Organizar conferencias, exposiciones y eventos
- Informar a través de los medios de comunicación: Internet, TV, radios, periódicos…
- Editar documentos: catálogos, folletos, libros, documentos sonoros, vídeos, películas…
Biografía
André-Charles Nauleau nace el 6 de mayo de 1908 en La Roche-sur-Yon, en Vendée, en la costa oeste de Francia.
A los tres años de edad, sus padres le regalan unos lápices de colores, y descubren en él predisposiciones para el dibujo: “Desde que tengo uso de memoria, me veo con un lápiz o un pincel en la mano. Desde la edad de tres años, atraído por lo que iba a ser mi vida y por lo que tanto he sacrificado, pintaba”.
En 1918 comienza a estudiar con Léon Haudeville, profesor de dibujo, que le transmite las bases académicas, en la línea de Paul Baudry.
En 1927 realiza su primera exposición de grupo: el Salón Yonnais. Presenta el fruto de sus paseos por la naturaleza con su caballete y sus tubos de pintura. Su pintura impresionista pretende representar lo que siente el autor ante la naturaleza: “Pinto con mi sensibilidad los paisajes de mi región, a menudo hasta el anochecer”.
Los años 40 marcan un giro en su carrera. Aparecen cuadros atormentados, los colores aglutinados en la paleta se renuevan y se mezclan directamente en el lienzo, a menudo instintivamente con la espátula. Sus cielos de tinta tienen el peso y la sorda amenaza de una maldición, un acento obsesivo. Se le denomina entonces “el Vlaminck de Vendée”: “Mis obras llevaban entonces la huella de mi carácter, bastante duro: el lienzo soporta contrastes muy violentos, a menudo oscuros, con una cierta virulencia”.
A partir de 1947, los grandes salones parisinos le abren sus puertas: Salon National des Beaux-Arts, Salon d’Hiver, Salon d’Automne, Salon des Artistes Français, Salon de l’École Française, Salon Violet, etc…
En 1954 obtiene las Palmas Académicas por servicios prestados al Arte (título otorgado por el Ministerio de Educación Nacional francés)
En 1964 expone en Inglaterra, en la “Royal Society of British Artists” de Londres.
En 1965 el pintor alcanza la madurez; su carácter y, por lo tanto, su pintura se suavizan. Abandona la espátula por el pincel, los trazos son más finos y los colores más elaborados: “Hoy tengo 60 años, mi estilo no ha cambiado: todavía pinto el boscaje en las cuatro estaciones, las marismas bajo cielos más serenos, y flores, muchas flores. He alcanzado una especie de serenidad que influye en mi carácter y en mis cuadros”.
En 1969, el Caméra-Club de La Roche-sur-Yon realiza una película sobre el artista.
En 1979, los habitantes de la Rabatelière regalan uno de los cuadros de André-Charles Nauleau al Presidente de la República (Valéry Giscard d’Estaing). Es un poderoso símbolo para el artista, cuyo cuadro se convierte en embajador de la Vendée.
Durante su carrera, André-Charles Nauleau frecuentó a numerosos artistas: Gaston Chaissac, los hermanos Martel, Jean Chevolleau, Henry Simon, André Astoul, Albert Deman, Lucien Chenu, Roger Ducrot, Guy Fagette…
Periodos artísticos
1930 – Periodo académico
1950 – Periodo atormentado
1970 – Hacia la serenidad…
Sobre la pintura de André-Charles Nauleau
Las obras de André-Charles Nauleau no son fáciles de establecer dentro de una corriente artística precisa. Sin embargo, su enfoque se relaciona directamente con la filosofía de los pintores impresionistas (Claude Monet, Eugène Boudin, Pierre Bonnard, Maximilien Luce, Camille Corot…)
Los tubos de estaño aparecen en 1840 y revolucionan la pintura; los impresionistas pueden llevar su material consigo en plena naturaleza. Es la característica principal de este movimiento, basado en la pintura al aire libre: pintar del natural.
Así es como André-Charles Nauleau aprendió a trabajar. Realiza sus obras rápidamente del natural, lo que le permite plasmar iluminaciones efímeras. Se enfrenta a las variaciones atmosféricas, vive el paisaje, lo sufre, lo admira y refleja en el lienzo lo que siente, sus impresiones…
El agua y la luz tienen un papel capital en la pintura impresionista. A André-Charles Nauleau le fascinan las marismas inundadas. Con las primeras lluvias del otoño, las praderas se ven inundadas por importantes masas de agua, y las bourrines (típicas construcciones de la región), aisladas, parecen flotar en medio de esta inmensidad. Realiza series de marismas para inmortalizar cada variación de la luz.
André-Charles Nauleau escribió: “Paso mi tiempo libre en los caminos en los que los charcos reflejan el cielo. Recuperando mi equilibrio cuando el crepúsculo recorta los bosques en el horizonte como si de un encaje se tratara, cuando los robles alzan formas humanas, con brazos y cabezas que se elevan hacia el cielo. Amo la Vendée y creo haber conseguido captar su alma. Mis lienzos no son únicamente mi obra, son la mayor parte de mi vida, mi pasión y mi ambición”
Traducción: David García-Monge Martín
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